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Qué reformar en una vivienda según su edad

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Cuando compramos una casa siempre pensamos en cosas que sustituir o modificar. Imaginamos pequeños o grandes cambios que pueden aportarnos mayor confort o funcionalidad. El problema reside en que, a la hora de planear una reforma de vivienda, es más que aconsejable pensar en los años que tiene, ya que algunas veces hay vicios ocultos del propio inmueble que suponen un gasto extra. Si acabas de adquirir una casa con unos añitos o te estás planteando hacerlo, te contamos las reformas más habituales que se realizan en un domicilio según su edad.

El parque inmobiliario en nuestro país no destaca por su juventud. Son muchos los edificios que tienen más de 40 años. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el 42% de las viviendas han sido construidas entre 1950 y 1980 y casi un 30% antes del 2000.

Esto indica que muchos de estos hogares no están adaptados a las necesidades actuales, su eficiencia energética será baja y probablemente sus instalaciones no cumplan con la legislación vigente. Eso significa que si nos ponemos a rehabilitarlas, debemos modificarlas a los estándares de hoy en día suponiendo un coste.

Vivienda entre 5-15 años

En una reforma de vivienda de entre 5-15 años de antigüedad solamente habrá que hacer pequeños cambios a gusto de los nuevos propietarios. Dar una mano de pintura, sustituir el suelo de parquet o de tarima flotante… son las labores más habituales. El resto de trabajos suelen ser: cambiar la distribución, reformar la cocina, el baño, etc. Estos no deberían ser prioritarios a no ser que queremos dar un lavado de cara a nuestro nuevo hogar.

Viviendas entre 15-40 años

En la restauración de este tipo de hoagres, las empresas de reformas suelen recomendar sustituir o reformar completamente tanto la cocina, como el baño y apostar no solo por tendencias más actuales y de mayor calidad, sino por electrodomésticos más eficientes. Además, se deberá revisar la instalación de electricidad y fontanería para saber si cumple con la legislación actual.

Tras estos pasos tampoco debemos olvidar hacer pequeñas obras para mejorar la eficiencia energética de nuestro hogar. Apostar por ventanas de PVC o de aluminio con rotura de puente térmico y sustituirlas por las viejas conllevará un abaratamiento de nuestro gasto energético.

Este aislamiento también repercute en infraestructuras comunes como en la fachada. Probablemente en un breve periodo de tiempo, la comunidad planteará la opción de rehabilitar la fachada por una ventilada o con aislamiento SATE con el objetivo de convertir la comunidad en un edificio eficiente.

Viviendas de más de 40 años

Con un piso de más de 40 años es habitual tener problemas con las instalaciones internas. Tanto la instalación de eléctrica como la de fontanería, deberán ser cambiadas para adecuarlas a la normativa vigente. Seguramente, las tuberías serán de plomo o acero galvanizado, materiales que son perjudiciales para la salud, por lo que deberán ser sustituidas.  Lo mismo sucederá con la instalación eléctrica, la obtención del certificado eléctrico es obligatorio y para ello, se debe adecuar el sistema a lo que dicta la legislación.

Como ves, plantear una reforma de vivienda va más allá de meterse en temas de decoración, apostar por una reforma de cocina integral o la creación de un nuevo espacio. Según la edad del inmueble, nos deberemos enfrentar a trabajos que ni nos imaginábamos; por este motivo, siempre es aconsejable confiar en profesionales para efectuar esta labor. Ellos saben de primera mano los entresijos a los que hay que enfrentarse, y gracias a su asesoramiento, el presupuesto destinado será el más adecuado y estará mejor invertido.

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